El Ayuntamiento de Majadahonda ha puesto en marcha diferentes medidas para minimizar los daños ante la aparición de estos insectos. El correo «medioambiente@majadahonda.org», está a la disposición de los vecinos para avisar a las autoridades en caso de localizar bolsones u orugas.
La oruga procesionaria llega con la primavera
Todos los años, con la llegada de la primavera, Majadahonda suele tener en sus parques y jardines uno de los insectos que más molestias y alarma causan entre los vecinos: la oruga procesionaria de pino. Para evitar mayores problemas, el Ayuntamiento lleva meses actuando y poniendo en marcha medidas para el control de esta plaga que, unido a algunas básicas recomendaciones, harán que los majariegos pasemos esta época del año sin problemas.
Entre las actuaciones llevadas a cabo por el Consistorio están: Monitoreo de las puestas de la procesionaria. Tratamiento con productos no tóxicos y respetuosos con el medio ambiente y la fauna, que contienen una bacteria que actúa frente a las orugas en los primeros estadios de su desarrollo. Eliminación manual de bolsones durante el invierno y posterior destrucción mediante quema, con lo que, solo en lo que va de año, se han retirado más de 1.000 bolsones en nuestros parques y jardines. Aviso sobre las precauciones a seguir a los vecinos en aquellos espacios municipales donde no haya sido posible la retirada de estos bolsones.
Recomendaciones a seguir
Además, desde el Ayuntamiento se proponen algunas recomendaciones a seguir. Por ejemplo, enseñar a los más pequeños a reconocer a las orugas, explicándoles el peligro e indicándoles que no deben acercarse ni molestarlas. Controlar a las mascotas para que no vayan hacia estos insectos. No manipular nunca un nido. No molestar ni acercarse a las orugas. Avisar a las autoridades municipales en caso de localizar bolsones u orugas para que desde el Consistorio se lleven a cabo las medidas pertinentes.
Junto a todas estas medidas, se hace imprescindible la colaboración de comunidades de vecinos y propietarios privados; que han de realizar los tratamientos preventivos en la época adecuada para evitar la expansión de la plaga, en cumplimiento de la legislación vigente. En cualquier caso, acabar con la oruga procesionaria no es una opción, pues beneficia a numerosas especies insectívoras y, por lo tanto, es fundamental para mantener el equilibrio de un ecosistema con tantas zonas naturales como en el que está situada Majadahonda.